Los días pasan y sigo con mi falta de concentración. Nunca antes había tenido varios libros empezados a la vez. Lo normal era que empezase uno y  hasta que lo leía, o lo dejaba, no empezaba otro. Bueno, supongo que como otras muchas cosas en mi vida diaria, será una nueva rutina, aunque he de confesar que no me gusta demasiado. Pues bien, en mi búsqueda de una lectura que me enganchase de verdad, que no dejase de leer, decidí cambiar de estilo literario y pasarme a la novela policiaca. Es un género que me gusta dosificar porque mucho crimen y mucho muerto seguido me aturden.

Existe una confusión generalizada entre novela policiaca y novela negra y de hecho son denominaciones que se mezclan constantemente. Intentando aclarar un poco esta confusión os remito a  la explicación que da Alex Martín Escribá (escritor y uno de los fundadores del Congreso de novela y cine negro de la universidad de Salamanca) en el que dice:

La literatura policíaca es de consuelo: el crimen perturba el orden establecido y hay que volver a la seguridad. Las historias acaban bien y vivimos en el mejor de los mundos posibles. Es un tipo de lectura de entretenimiento. Lo que interesa es quién es el asesino. En la negra, todo está perturbado, en el plano personal, económico, social…Todo crea inseguridad.

Aunque no me queda muy claro cuando dice que Simenon se sitúa entre la policiaca y la negra:

Simenon ya es diferente de los policíacos. Utiliza claves que le acercan al mundo de la negra, como el costumbrismo, la climatología, los espacios más cutres, la psicología de los personajes… Maigret entiende y no juzga.

En fin, en el día de hoy hablaré de novelas policiacas por usar algún término. Creo que según se explica, los libros que voy a comentar a continuación podrían encajar más en esta denominación.

Aún me recuerdo el verano de hace unos años leyendo con ansia la trilogía del Baztán de Dolores Redondo, que incluía «El guardián invisible», «El Legado de los huesos» y» Ofrenda a la tormenta». Historias que se desarrollan en Navarra, recreándose en el misterio que rodea el valle con sus figuras mitológicas y sus antiguos ritos. La inspectora Amaia Salazar se enfrenta a fantasmas dentro y fuera de su propia casa, con el recuerdo de una madre desequilibrada. Corría el año 2013 cuando fueron publicados sus libros, que cosecharon un gran éxito, llevados a la gran pantalla. Es curioso porque la seguí leyendo y compré con entusiasmo el libro que le concedió el Planeta en 2016, «Todo esto te daré», un asesinato en la Ribera Sacra y fue el que menos me gustó, fue una gran decepción, pero bueno, la seguiré de cerca porque me gusta cómo escribe.

Unos años mas tarde, del 2016 al 2018 se publicaba otra trilogía, también llevada al cine y también escrita por una mujer que ha ganado otro Premio Planeta, en este caso el del 2020, con «Aquitania», un genero histórico en torno a la reina consorte Leonor de Aquitania. Hablo de Eva García Sáenz de Urturi. 

Su trilogía de la Ciudad Blanca la componen » El silencio de la ciudad blanca», «Los ritos del agua» y «Los señores del tiempo».

En la primera entrega, el comisario Kraken y la subcomisaria Alba se encuentran en la emblemática Catedral Vieja de Vitoria a una pareja de veinte años, desnuda y muerta por picaduras de abeja en la garganta.

Ambas escritoras se recrean en la descripción de costumbres locales,  paisajes, y las gentes del norte de España, Navarra y Alava respectivamente. Los investigadores en ambos casos son personajes complejos con traumas del pasado que atormentan su trabajo . En el segundo libro de Urturi, «Los ritos del agua», también los asesinatos se realizan mediante ritos , en este caso celtas, introduciéndonos en sus dioses y en sus creencias. La cultura local y las antiguas costumbres y leyendas de la zona cobran protagonismo en  ambas escritoras.

libro donde fuimos invenciblesPero en este caso, ha sido María Oruña, con su libro «Donde fuimos invencibles» la que ha conseguido mantenerme entretenida del tirón durante dos días. Esta escritora gallega de padre cántabro (seguimos en el norte) que tras dedicarse a la abogacía durante diez años decidió dejarlo para dedicarse a la escritura. Esta es mi recomendación de esta semana por conseguir que no abandonase su lectura hasta el final.

Volvemos a hablar de trilogías. En este caso la Trilogía del Puerto escondido, centrada en Cantabria y publicada desde el 2015 al 2018.

«Puerto escondido». «Un lugar a donde ir». «Donde fuimos invencibles».

Hace unos meses leí «Puerto escondido» y me gustó. La teniente Valentina Redondo se enfrenta al descubrimiento fortuito durante la remodelación de una casa de campo de los restos momificados de un bebé recién nacido . La trama se mueve en dos planos temporales, uno la investigación actual y otro el diario que relata hechos del pasado.

No se porqué motivo en vez de continuar con el orden de la trilogía, me salté el segundo libro y esta semana he pasado a leer «Donde fuimos invencibles», aunque son historias independientes. Lo primero que he de decir es que como en el caso de las escritoras nombradas anteriormente, todas ellas se convierten en embajadoras de los escenarios que describen. Tras leer sus libros imaginas los valles, los paisajes y la belleza de sus pueblos. En el caso de Oruña, lugares como Suances, Comillas o Santander son descritos magistralmente, integrados de forma natural en la trama.

En el libro «Donde fuimos invencibles» también se  entrecruzan dos relatos que están temporalmente en planos diferentes, la trama en sí, y el borrador del libro que está escribiendo el dueño de la casa donde suceden los asesinatos. Valentina, la detective, es una mujer amable, sin traumas ni lados oscuros y lo he agradecido, no  tenía esta vez el ánimo adecuado y no creo que sea condición obligada tener un perfil un tanto siniestro para dirigir una investigación.

Me ha gustado que al comienzo de cada capítulo haya una cita de un escritor, son citas que te hacen reflexionar y te van generando desde su lectura cierto misterio. Se entremezclan elementos paranormales, de los que no soy especialmente fan, pero los integra de una forma interesante, sin florituras extravagantes ni absurdas. Los diálogos están muy presentes aportando mucho dinamismo en la historia. No hay escenas truculentas ni escabrosas. Es una historia entretenida, he pasado un buen rato . Ya me he comprado el libro dos, «Un lugar a donde ir» y espero que no me decepcione.

Decir, que al igual que Sáenz de Urturi, María Oruña ha publicado recientemente una novela histórica, «El bosque de los cuatro vientos», se trata de un thriller sobre la leyenda de los anillos mágicos de Santo Estevo, la Galicia de 1.830. Ojalá tenga tanta fortuna como Urturi y gane también el Planeta.

Y para finalizar, no quiero dejar de nombrar a otra ganadora de este premio , en este caso en 2015, a  Alicia Giménez -Bartlett, filóloga y escritora nacida en Almansa en 1.951, con «Hombres desnudos», una historia que se aleja del genero que nos ocupa, aunque ella, como escritora, tiene una trayectoria destacada por sus novelas policiacas. Ha sido la pionera en aportar una perspectiva femenina y feminista a este género, al que considera muy machista. Su investigadora Petra Delicado es quien manda, una mujer casada en tres ocasiones, adúltera y sin hijos, rompe muchos estereotipos. «Ritos de muerte», publicada en 1996 fue su primera novela enmarcada dentro de la serie Petra Delicado hasta llegar al 2020 publicando «Sin muertos», el relato número doce de esta serie.

He intentado hacer un pequeño homenaje a escritoras españolas de novela negra, aunque me dejo a muchas en el tintero que están triunfando (Yanet Acosta, Rosa Ribas, Berna González, o Carmen Mola -seudónimo, no se sabe si es hombre o mujer- con su trilogía de «La novia gitana»… etc).

Las iré descubriendo poco a poco, porque es un género apasionante que no deja de sorprender nunca y las novelistas españolas vienen pegando fuerte.

6 Comentarios

  • Publicado febrero 25, 2021
    .Almudena García Martinez

    Me han resultado muy interesantes tus recomendaciones y, aunque algunos de los libros mencionados los he leído, otros no y ha despertado mi curiosidad y ganas de hacerlo. Muchas gracias Natalia por tus reflexiones y recomendaciones, me orientan y ayudan en mi selección de lecturas.

    • Publicado febrero 28, 2021
      .natalia_garcia

      Gracias a ti Almudena, para mi es un placer descubrir historias interesantes y compartirlas con vosotros.

  • Publicado febrero 26, 2021
    .Ana Oliva

    En tiempos de confusion, cuando es dificil concentrarse, la novela negra me engancha con la resolución de un crimen que envuelve situaciones personales y sociales.
    Muy acertadas tus recomendaciones, Dolores Redondo me llevo al valle del Baztan y otras escritoras recrean lugares cercanos con sus luces y sombras
    Carmen Molas ¿sera mujer? una novela negra bastante «gore» pero que atrapa como con una tela de araña.
    Me gustan las novelas de Lorenzo Silva, con el cabo Bevilacque y Chamorro, muy buena la ultima: El mal de Corcira
    Me apunto tus recomendaciones.

    • Publicado febrero 28, 2021
      .natalia_garcia

      Gracias Ana, a mi también me gusta Lorenzo Silva, no le he nombrado, como a otros muchos, porque quería rendir un pequeño homenaje a las escritoras mujeres de novela negra, pero por supuesto, hay también un resurgir de escritores jóvenes y no tan jóvenes que están escribiendo buenas historias.

  • Publicado febrero 26, 2021
    .DILMUN

    Hola Natalia. Como siempre, un placer leer tus recomendaciones y, como siempre, con unas ganas enormes de leer lo que recomiendas.

    A propósito: no he leído el libro “Todo
    esto te daré” pero sí que he estado en la Ribeira Sacra y es una maravilla. Visité el monasterio de Santo Estevo, precioso, con su iglesia, sus tres claustros.. Bueno, tanto el monumento como los alrededores son preciosos. Está en la provincia de Orense y se enclava en una de las laderas del cañón del río Sil, rodeado de un bosque de robles y castaños, a través del cual puedes bajar desde el monasterio hasta el fondo del cañón por el que discurre el río Sil. Mientras bajas oyes a los animales, hay jabalíes. El río es navegable, hay catamaranes para recorrerlo y observar sus laderas, llenas de terrazas, construidas en su momento por los monjes que vivían en esa tierra. A mi me encantó la estancia de varios días en ese monasterio, que ahora es parador nacional. Siempre pienso que es uno de los sitios a los que me gustaría volver en cuanto se calme la situación que ahora estamos viviendo.
    Bueno, lo dicho, gracias por compartir tus lecturas.

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