Son muchas las ocasiones en las que ciencias y fantasía se dan la mano en la literatura.
¿Quién no ha oído hablar de Frankenstein? Ese ser con un tornillo en el cuello, aspecto horripilante y buen corazón.
Es todo un clásico de personaje de terror y fantasía, en un esfuerzo por retar a la ciencia.
El Nautilus de Verne en sus “Veinte mil leguas de viaje submarino”, que, aunque se considera un género de aventuras, no cabe duda de que la imaginación del autor funcionaba como la de un verdadero científico.
Aterrizando un poco más en la realidad: Existen libros actuales, por ejemplo, sobre neurociencia, ahora tan en boga. Estos ejemplares nos adentran en los secretos del cerebro o incluso nos ayudan a superar dolencias, como las migrañas. Como nos cuenta Arturo Goicoechea en
“Migraña, una pesadilla cerebral “ que en realidad se trata de cerebros equivocados.
Libros ficticios en los que la fantasía y la ciencia van de la mano, o bien libros que ilustran nuestra realidad y nos abren los ojos a los efectos de las nuevas tecnologías, es un campo inmenso y apasionante que merece una sección particular.