La señorita

Hoy vamos a hablar de un libro excepcional: 

«La señorita» de Ivo Andrić.

La magia de la buena literatura

Creo que la magia de las Artes (literatura, pintura, escultura, música, danza, arquitectura y cine) radica en su universalidad y su trascendencia del tiempo y el espacio.

Recientemente hemos presenciado como la película surcoreana Parásitos ha sido un éxito mundial, una cultura tan distinta ha conseguido ganarse el corazón de miles de personas de todo el mundo, o el fenómeno Rosalía, que ha vuelto  locos a  la élite de músicos y público norteamericanos con su ritmo andaluz de barrio, sin entender sus letras, únicamente por su música, sus movimientos y su estética.

Me viene esta reflexión, porque cuando  termino de leer un libro que me ha gustado, permanece por un tiempo en mi mente, como un eco, la historia.

Esto significa que se ha activado en mí algún tipo de emoción y quizás, en ese mismo momento, otra persona del otro lado del planeta haya sentido lo mismo. Y para mi eso es magia.

El secreto es que esta magia sólo se produce cuando el escritor tiene ese don de saber transmitir emociones, sentimientos, valores, o situaciones de una forma magistral.

En este caso la magia de Ivo Andrić ha consistido en que es un experto conocedor del comportamiento humano, describiendo como nadie una historia que gira alrededor de un pecado capital como es LA AVARICIA.

¿Quién es Ivo Andrić?

 Ivo Andrić es uno de los autores centro europeos que vivió las dos guerras mundiales.

Siento predilección por los escritores europeos de entreguerras: Stephan Zweig austriaco, Sandor Marai  húngaro, Josep Roth austriaco, Irène Nèmirovsky de Ucrania.

Escritores  excepcionales marcados por el sufrimiento de una primera guerra mundial y destrozados moralmente por el delirio nazi.

Todos ellos se exiliaron a otros paises, excepto  Nèmirovsky que terminó sus días en un campo de concentración. Zweig y Marai se suicidaron y Josep Roth murió consumido por el alcohol.

Biografías marcadas por circunstancias  terribles. Vidas con experiencias que  mi mente no puede ni llegar a imaginar, tiempos de otro siglo, lugares para mi remotos, y sin embargo sus historias me llegan como un regalo.

Ivo Andrić fue un escritor yugoslavo nacido en 1.892.  Tuvo una vida intensa, en su caso sobrevivió a ambas guerras mundiales, viviendo hasta los ochenta y dos años.

Además de dedicarse a la escritura, ejerció como diplomático, siendo asignado en 1926 al consulado en Marsella y  en 1928 fue enviado a Madrid como vicecónsul.

Mientras estuvo allí, escribió ensayos sobre Simón Bolívar y Francisco de Goya . Hombre de grandes inquietudes, y un gran enamorado de su país también se involucró en política, siendo diputado en la Asamblea Nacional de Yugoslavia en 1.950.

 Ivo Andrić fue ganador del Premio Nobel  de Literatura en 1961.

Lo seleccionaron entre escritores de la altura de J. R. R. Tolkien o John Steinbeck . El Comité citó «la fuerza épica con la que trazó temas y describió destinos humanos extraídos de la historia de su país«.

Posteriormente, las obras de Andrić encontraron una audiencia internacional y fueron traducidas a varios idiomas.

En los años siguientes, recibió varios premios en su país natal. La salud de Andrić disminuyó sustancialmente a fines de 1974 y murió en Belgrado el siguiente mes de marzo.

«Ivo Andrić  poseía una aguda comprensión de la motivación humana. Sus personajes alcanzan estatura y se convierten en memorables no tanto por sus acciones como por el sondeo que realiza el autor por sus almas y mentes.» Stoyan Christowe, The New York Times Review.

Junto a «Un puente sobre el Drina» y «Crónica de Travnik», esta novela, «La señorita»,  cierra la trilogía que  Ivo Andric, dedicó a los Balcanes, aunque se trata de historias independientes.

Argumento de «La señorita»

La historia transcurre en Belgrado, primera mitad siglo XX . En el lecho de muerte, un comerciante serbio arruinado, hace prometer a Rajka, su hija de quince años, que cumplirá su última voluntad:

«Te quedas sola, porque tu madre no cuidará de ti (…) Debes saber que toda persona que no es capaz de regular la relación entre sus ingresos y sus gastos, está condenada de antemano al fracaso (…) Tus ingresos no dependen exclusivamente de ti, sino de personas y circunstancias diversas; sin embargo, tu ahorro depende exclusivamente de ti. A eso debes dedicar toda tu atención y toda tu fuerza»

Este juramento determinará toda la vida de la señorita, y como se dice en el libro, fue el principio de una nueva existencia.

La señorita convirtió esa promesa en su gran pasión, quería aprender, coger experiencia, visitaba bancos y se movía en un mundo de hombres con determinación.

Consideraba a toda la ciudad como su coto de caza en un Sarajevo, de principios de siglo, donde el negocio del prestamista empezaba  a desarrollarse.

¿Porqué deberías leer «La señorita?

Es admirable la habilidad de Andric para ir introducirte , de forma natural, en la piel de la señorita.

Se  adapta, como un camaleón, a unas circunstancias políticas, económicas y sociales especialmente críticas.

La historia se ubica en el epicentro del comienzo de la primera guerra mundial con el asesinato del Archiduque.

Entender los acontecimientos  bajo los ojos de la señorita, es una versión única de la historia.

Todo a su alrededor le eran algo lejano e irreal. Cualquier cosa que no estuviese relacionada con sus negocios le resultaba molesta.

Pero nadie puede vivir ajeno a su alrededor, no se puede vivir en una burbuja, existen  consecuencias por el hecho de vivir en sociedad   y esta realidad, desconocida por la señorita, le pasó factura.

La avaricia es el tema central de toda la historia, en muchos casos llevada al extremo con descripciones a veces desoladoras:

Su madre todavía durante algún tiempo recibió a sus amigas. Pero como Rajka vio que en aquellas conversaciones ociosas se gastaba mucho café y mucho azúcar, empezó a cerrar la alacena y a guardarse la llave en el bolsillo.

La avaricia se describe con maestría.

La avaricia se presenta como la consecuencia de la obsesión por no romper una promesa.

No se si el escritor se sirvió de este hecho para conseguir en este comportamiento cierta justificación,  es un dato que se mantiene en una nebulosa.

Realmente es una delicia sentir como fluye la historia.

Es innegable el dominio del lenguaje que tiene un premio nobel como Andrić, 

 Únicamente transmitir unas líneas de una soberbia descripción de un nuevo personaje, una mujer:

» tenía el cutis gris y feo. Todo lo que se ponía, ya fueran vestidos o joyas, por muy colorido que fuese, producía siempre una impresión de mediocridad y pobreza. Pero por lo demás solía vestirse con sencillez y con descuido y daba la sensación de se una mujer desaliñada, casi sucia.Tenía el cabello negro y áspero. poco cuidado y recogido en un prieto moño. Su apretón de manos era varonil; su paso militar; la voz, desabrida y ronca, de tanto fumar  y hablaba aprisa y a borbotones»

En esta historia  viajas  hasta lo más recóndito de la personalidad de la señorita, te adentras en sus pensamientos, en su transformación mental y física, en sus sentimientos y emociones.

Conocerás el detalle de su entorno y de la gente con la que se relaciona para que nada se escape a la imaginación. 

La tensión de la historia se incrementa hasta un punto álgido y, como toda buen relato, se produce el desenlace y se cierra el circulo.

La relación con la madre, para mi, está muy bien tratada. y aunque no le dedica demasiado espacio, me ha emocionado la concesión a la importancia de la maternidad que en pocas líneas se nombra:

Era sólo un ovillo de dolor del que se iba desliando el delgado hilo de su grito lastimero (…) Le parecía inconcebible que la viejecita pudiera aguantar el peso de su alta y huesuda hija; y, sin embargo, así era. Las madres son hábiles en sus movimientos y disponen de fuerzas imprevistas.

En definitiva, se trata de un relato corto, de unas doscientas páginas en las que se habla de avaricia en la piel de una señorita cuya ciega obsesión le lleva prácticamente a la locura.

Sus luchas internas y su tenacidad la convierten en una víctima de ella misma.

Estaba totalmente entregada a aquel trabajo, absorta en él, muda, sorda y tenaz como un gusano en un árbol.

Una lectura diferente y de calidad que me ha producido diferentes sensaciones y que , como dije al principio, le dediqué unos minutos de regusto al terminar de leerla.

Os animo a leer esta fantástica historia. Os dejo link del libro.

Gracias por seguirme en el blog y espero vuestros comentarios.