En 1891 se inauguró la sede del Casino de Madrid en la calle Alcalá con la calle Sevilla, antigua ubicación de la empresa de seguros La Equitativa, y fue en 1910 cuando se trasladó, buscando una sede propia, a la ubicación actual en Alcalá 15.

El Casino, como lugar de esparcimiento, ocio y centro cultural para sus socios, requería inicialmente de un espacio donde consultar los periódicos y revistas de la época: Blanco y Negro, Nuevo Mundo, La Esfera o La Ilustración Española y Americana, son algunos ejemplos de revistas emblemáticas que marcaron el inicio de un nuevo paradigma del periodismo gráfico con ilustraciones modernistas al mas alto nivel, y que junto con periódicos como el ABC (del que hasta el año pasado se ha seguido encuadernando) ofrecían al club un servicio divulgativo.

A lo largo del siglo XIX y XX los fondos de la biblioteca fueron aumentando. Algunos socios eran escritores de renombre como Espronceda, o los hermanos Álvarez Quintero y sus donaciones junto con el interés que suscitaban nuevas temáticas tales como la historia de Madrid o el mundo del turismo, describiendo los protocolos y la etiqueta exigida en los emblemáticos cruceros transatlánticos, animaron a seguir enriqueciendo la sala.

Actualmente la Biblioteca cuenta con 38.000 volúmenes que reúne unos 42.000 libros, porque durante los años 40 y 50 para ahorrar en encuadernación se juntaron, en muchas ocasiones, en un mismo volumen dos y hasta tres libros de similares características de tamaño y longitud. (Aunque fueran de escritores diferentes).

En la sala de lectura se reparten unos 10.000 libros con temática muy variada, desde ensayos, novelas hasta libros muy especializados: derecho, arquitectura, arte, historia, religión, filosofía.., diccionarios de todo tipo, un interesante fondo de tauromaquia o una colección Cervantina increíble con ediciones de «El Quijote» del siglo XVIII.

De estos 10.000, unos 6.000 representan la biblioteca, que llaman circulante. Se trata de aquellos libros que puedes llevarte por un tiempo máximo de tres meses o un mes prorrogable, si no hay peticiones, y siempre que el libro sea posterior a 1958. (Anteriores a esta fecha no se pueden sacar).

Se siguen manteniendo las fichas originales pero lógicamente se ha actualizado y hay un buscador digital que te ayuda de una forma mas ágil, al igual que se han ido incorporando títulos actuales, dando respuesta a los nuevos intereses literarios de los socios.

Es una labor ardua ir revisando el valor sentimental y económico de los volúmenes para poder gestionar el espacio.

La autentica joya en si misma por su propia construcción y estética es la Biblioteca neogótica.

Está realizada en hierro por la Casa Asins, en 1.890. Al igual que la del Senado, aunque es, lógicamente, de menor tamaño. Material elegido para evitar los incendios, como el devastador ocurrido en la biblioteca del Congreso de EEUU en 1851, quemándose 35.000 ejemplares de los 55.000 existentes.

Importantes personalidades de las letras y de la política han disfrutado de esta espléndida biblioteca que guarda verdaderas joyas literarias.

El libro mas antiguo de la biblioteca data de 1.553 con encuadernación original en piel y escrito en italiano por Guillermo Rovilio. Reproduce brevemente las biografías de ilustres varones durante la historia a través del pronptuario de sus medallas.

De 1.629 y 1.692 existen dos ejemplares dedicados a Madrid. En el primer caso se trata de un ex libris de un particular, de Jerónimo de Quintana, titulado «La historia de la villa de Madrid», y del 92 «Historia del origen y milagros de nuestra señora de la Almudena».

Finalmente, también escrito en el siglo XVII tenemos, con preciosas ilustraciones, «Teatro de las grandezas de la villa de Madrid Corte de los Reyes Católicos de España», en donde se describen multitud de edificios característicos de la época, desde embajadas hasta hospicios. Todo ello expuesto por Gil Gonzalez Dávila, cronista de la villa.

Continuando con el mismo tema , ya de principios de siglo XX, me muestra Miguel Ángel Ramírez, responsable de la Biblioteca, Archivo y Documentación, un libro curioso titulado «Salones de Madrid» en el que algunos marqueses ( de Linares o de Montevirgen, entre otros) muestran satisfechos los salones de sus casas posando ellos mismos y sus familiares para la ocasión. Me recuerda a la revista Hola actual en el que famosos nos abren orgullosos las puertas de sus lujosas viviendas. Es un fantástico testimonio de la decoración y la moda de la época.

Otro curioso ejemplar probablemente donado por un embajador japonés, nos muestra impresionantes fotografías del Japón de los años 40. Su formato en acordeón permite ampliar los visuales y de hecho se puede ver abriéndolo desde la portada o desde la contraportada.

Un ejemplar curioso, donado por un socio arquitecto, es este ejemplar que recopila todas las escrituras y testamentos, pasando de generación en generación de una finca de la calle embajadores desde el siglo XVI

Es un verdadero lujo poder disponer de primeras ediciones de poetas de la Generación del 98 como Unamuno y su «Abel Sánchez» con una espectacular ilustración abriendo la historia.

O «La marquesa de Rosalinda» firmada por el propio Valle-Inclán, que durante los años 30 vino al Casino a dar una conferencia.

Primeras ediciones también de poetas de la generación del 27 como Lorca, Pío Baroja o Aleixandre con su libro «La destrucción o el amor», o las Greguerías de Gómez de la Serna o una edición de la Divina Comedia en un pequeñísimo formato, entre otros tesoros.

Dar las gracias a Miguel Ángel Ramírez, bibliotecario y encargado del archivo y documentación de la Biblioteca del Casino de Madrid, que muy amablemente me ha servido de guía por este apasionante recorrido literario, patrimonio cultural.

Para mi ha sido un verdadero placer.

1 Comentario

  • Publicado septiembre 15, 2025
    .Dilmun

    Hola NATALIA, gracias por tu Post sobre la biblioteca del Casino de Madrid
    Qué bonito y que curioso el libro «Salones de Madrid», al que te refieres, con las fotos de las casas de las personalidades de la época, y, concretamente, las de dos estancias del Palacio de Linares, (la actual casa de América).
    Estos sitios, son evocadores, para mí tienes muchísimo encanto. De nuevo, gracias por compartirlo

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