Han Kang (Gwangju, Corea del Sur, 1970) empezó su carrera como novelista al ganar el concurso literario de primavera Seúl Shinmun en 1994. Es autora de La vegetariana (Premio Booker Internacional 2016), La clase de griego Actos humanos (Premio Manhae de Literatura de Corea y Premio Malaparte en Italia en 2017), Blanco (finalista del Premio Booker Internacional 2018) e Imposible decir adiós ( Premio Médicis Extranjero 2023). La autora ha recibido también, entre otros, el Premio Yi Sang, el Premio Artista Joven del Año. Ha trabajado como profesora en el departamento de Escritura Creativa del Instituto de las Artes de Seúl hasta 2018 y en la actualidad se dedica por completo a la escritura. 

Es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2024 por su capacidad para confrontar “traumas históricos” y “la fragilidad de la vida humana”. Es la primera mujer asiática en ganar este galardón, con solo 53 años.

Argumento «La clase de griego»

El libro trata sobre la relación de una mujer con afasia (dificultad para comunicarse, para hablar) y su profesor de griego que tiene un severo trastorno en la vista y se está quedando ciego.

Han Kang es una escritora muy particular

La presencia física de Han Kang es un fiel reflejo de su escritura. O mejor dicho, su escritura es un fiel reflejo de ella misma. Es una mujer silenciosa, austera, tranquila, que transmite paz y sosiego. Creo que parte de su encanto reside en ser asiática. En muchas ocasiones los escritores asiáticos se presentan como personas discretas y educadas, como rodeadas de poesía en sus formas.

Han Kang se muestra como una mujer frágil aunque detrás de esa apariencia, al parecer, se encuentra una mujer valiente y determinante en sus decisiones.

Padece de migrañas y ha llegado a decir: «Siempre me han hecho sentir humilde porque me obligan a pensar que soy mortal y vulnerable. Quizá si estuviera 100% sana y llena de energía no podría haberme convertido en escritora”. Está claro que mi base cultural es distinta y no comparto en absoluto su opinión como persona que sufre la misma dolencia.

Tras escribir «La vegetariana» y antes de escribir » La clase de griego» se puso a escribir un cuarto libro titulado «Tinta y sangre» de genero de misterio. Como parte del argumento tenía que desarrollar un texto para justificar que la muerte de su mejor amigo no había sido un suicidio e ir describiendo la situación paso a paso, hasta que llegó al capitulo 7. Tuvo un bloqueo literario y dejó de escribir y hasta de leer libros de ficción durante un año entero. La única excepción fue la obra de Borges. El hecho de leer como vivió su ceguera le ayudó a explicar mejor como se sentía el protagonista de «La clase de griego». De hecho hay referencias a este escritor en varias ocasiones.

Qué tiene de especial «La clase de griego».

Como consecuencia de sus comienzos con la poesía, Han Kang tiene la virtud de escribir con una delicadeza extrema. Su prosa poética es deliciosa. Es un libro pausado, lleno de matices y de precisas y preciosas descripciones cargadas de emoción.

La mujer protagonista…

No es joven ni especialmente atractiva. Su mirada denota inteligencia pero no es muy perceptible por el temblor espasmódico en el párpado que la aqueja. Los hombros y la espalda están ligeramente encorvados, como si quisiera refugiarse en sus ropas negras para huir del mundo..

Como explica su autora, el lenguaje es una herramienta para comunicarnos pero también para expresar sentimientos y la protagonista siente que en su caso el lenguaje no es capaz de transmitir con suficiente fidelidad lo que siente. «Aquello le ocurrió por primera vez el invierno en que cumplió dieciséis. El lenguaje, que le aprisionaba y la hería como una prenda hecha con miles de alfileres, desapareció de un día para otro.»

El lenguaje podía llegar a ser una suma de sonidos extraños, «como los que hacia mi hijo de un año por entonces», dice la autora.

Con el paso del tiempo, la protagonista, vuelve a sufrir esas sensaciones. Es una mujer joven cuya madre ha fallecido hace seis meses, y se ha divorciado perdiendo la custodia de su hijo de ocho años, y busca en el estudio del griego, una lengua muerta, un bálsamo para escapar al maleficio del silencio. «Si estaba estudiando griego antiguo era porque quería recuperar el habla por su propia voluntad».

En el silencio se encuentran vacíos, nos dice su autora, y por eso en el libro, en la parte final ,hay cada vez mas espacios entre las líneas. Para Han Kang, desde ese vacío se puede sentir de una manera mas vívida el lenguaje. La protagonista durante todo el libro se nombra en tercera persona, como «ella». Solo al final del libro se encuentra a si misma y puede hablar en primera persona, desde el yo.

Y así es el profesor de griego:

De complexión más bien pequeña. (…) Su boca dibuja una sonrisa leve, como reprimiendo sus emociones…

Durante toda la novela existe un intento de acercamiento entre la protagonista y su profesor, donde poco a poco, a pesar de su dificultad para comunicarse, consiguen hacerlo y encontrar un lugar cálido, un contacto cercano que se convierte en su refugio.

A lo largo de la novela se va combinando la narración a dos voces con los recuerdos de ambos personajes. Un pasado que te va dando pistas sobre su situación actual, sus temores, sus miedos. En el caso del profesor un amor de adolescencia le marca profundamente en su desarrollo vital entre Corea y Alemania, para finalmente regresar a su tierra natal.

«La clase de griego» habla de la vida, del amor, del sufrimiento, de la soledad, y de la dificultad que existe en la comunicación. Nos habla de todo ello desde una óptica original y muy poética. Es una literatura intimista, cercana, cuidada y delicada.

La autora, no tardó demasiado en escribir esta novela, aunque no la dio por finalizada hasta pasados dos años, retrabajando en ella a base de retoques y modificaciones. Según explica, no quería salir de la historia. Le gustaba la sensación de vivir entre los personajes y demoraba de esta forma su final. Así de especial es Han Kang, y así de única.

Gracias por leerme en leodisfrutoescribo y me gustaría conocer vuestra opinión.

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